Recuerdos, porque nada más conozco, y nada más sé... Libra a la memoria de un tiempo mensurable, desencadena un otoño para sus hojas escritas! Sin darme paz, la del sueño o la muerte, como un ser cansado pido tregua al cambio, para que lo que soy y dura en todo y todos, por un momento de ésta noche lo pueda ver.
viernes, 15 de abril de 2011
Sobre... Fernando.
Al salir del bar, y después de hacer mi visita nocturna a la pensión, sobre la plaza del Once, contemplaba aún el gran cartel que anuncia los fideos Santa Catalina, y aunque no recordaba quién había sido Santa Catalina no me parecía difícil que hubiese sufrido el martirio, ya que el martirio fue siempre el fin casi profesional de los santos; y entonces no podía dejar de meditar sobre esa característica de la existencia humana consistente en que un crucificado o un desollado vivo con el tiempo se convierte en una marca de fideos o de conservas en lata.
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